Bienvenidas y bienvenidos a la República Democrática del Congo. El segundo país más extenso de África (era el tercero, hasta la reciente partición de Sudán) y el undécimo más grande del mundo. Otro asombroso -e irónico- dato: su tamaño es 80 veces el del Reino de Bélgica, la antigua potencia colonial, que explotó y maltrató cruelmente a sus súbditos congoleños hasta que éstos obtuvieron la independencia en 1960 (después de esa fecha Bélgica lo siguió haciendo, pero por otros canales). 71,7 millones de almas habitan en este Estado con rango de sub-continente. Si China era el gigante dormido de Asia (hasta que despertó, y de qué manera), la RDC debe ser el gigante dormido de África (profundamente dormido, y con muchos poderes interesados en que no despierte jamás).
El destino me trajo a Butembo, la capital y feudo de la etnia nande. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre el número de etnias presentes en el Congo, oscilando las cifras estimadas entre 200 y 450. En cualquier caso, el predominio demográfico de los nande en Butembo es abrumador, cercano al 100%. Esta situación de dominio es extensible a los vastos Territorios de Beni y Lubero que rodean la ciudad (cada región de la RDC, conocida como Provincia, se divide administrativamente en diversos Territorios). En el conjunto de Kivu Norte, el peso demográfico de los nande está alrededor del 50%.
La lengua materna de los nande es el kinande, aunque todos hablan el swahili, la auténtica lingua franca del este de la RDC, que permite la comunicación inter-étnica y es también utilizada en varios países vecinos (Kenya, Tanzania, etc.). El swahili es además una de las 4 lenguas nacionales de la RDC. El francés, que cuenta con el rango de lengua oficial, es bien conocido por las personas con un nivel medio y alto de educación, aunque escasamente dominado entre las capas populares de la población.

La provisión de energía eléctrica es otro problema estructural, y factor determinante de subdesarrollo de la ciudad y del país en general. Por increíble que parezca, no existe un tendido eléctrico en funcionamiento (aunque otras ciudades como Goma, o la capital Kinshasa cuentan con algunos barrios electrificados). Esto significa que cada hogar, negocio, o comunidad debe producir su propia energía mediante el uso de generadores eléctricos a base de gasolina. En general, suelen funcionar cada día entre las 18h y las 22h, momentos de estricta necesidad, aunque quienes cuentan con recursos económicos (empresas, ONG, etc.) pueden ponerlos en marcha también durante el día. A cerca de 2$ por litro de gasolina, el impacto social y económico de este precario sistema energético es nefasto. Otra ironía congoleña: dicen los expertos que si la RDC aprovechara su inmenso potencial hidroeléctrico, no sólo podría auto-abastecerse totalmente a nivel energético, sino que además podría proveer de electricidad a una gran parte del continente africano.
Esta es Butembo, la ciudad donde vivo. A pesar de las dificultades, el carácter emprendedor de los nande dota a este lugar de un dinamismo comercial notable. Y quien domina el comercio, domina la política. No por casualidad, el gobernador de la Provincia de Kivu Norte (Julien Paluku Kahongya) es un nande; de Butembo, tampoco por casualidad.
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